Hacia nuevas prácticas y el diseño científicamente informado.
El año está casi por terminar y pareciera por un lado que la pandemia lo ha vuelto eterno, y por otro nos deja una reflexión constante de lo volátil del tiempo, pero sobre todo de lo frágiles que podemos ser, tanto física como mentalmente. Hemos aprendido a socializar de otras maneras y como la tecnología nos ha abierto puertas inimaginables a mercados, clientes, educación y desde luego a nuevos parámetros del diseño y la arquitectura.
En lo personal ha sido gratificante conectar con personas a través de redes sociales, pero sobre todo poder compartir investigaciones y trabajo. Hace unos días tuve la oportunidad de grabar un Masterclass sobre Arquitectura y Cerebro para PENSARQ, se trató de una charla acerca de los efectos del espacio construido y estímulos en el cerebro, emociones y comportamiento. PENSARQ es un proyecto creador de contenidos que promueve y comparte el trabajo de arquitectos, diseñadores, filósofos, artistas e investigadores. Fundado por las hermanas Tania y Mariana Quirarte, PENSARQ promueve un diálogo abierto entre el diseño, el urbanismo, el arte, la filosofía, el cine, la música y desde luego la arquitectura.
Por otro lado, quiero compartirles que en el mes de septiembre tuve el honor de ser expositor en el Simposium del Academy of Neuroscience for Architecture (ANFA) en San Diego, en donde presente una ponencia de investigación entre la neurociencia cognitiva y la arquitectura, y que trata acerca del desarrollo de un esquema de información neurocientífica con relación a la teoría de la arquitectura, mientras se utiliza una metodología para abarcar un proceso hermenéutico de cuatro procesos conceptuales: la semiótica, la teoría gestalt, el dinamismo, y el proceso cognitivo.
Con estas investigaciones y compartiendo información entre colegas arquitectos, estudiantes, y neurocientíficos, estamos abriendo un nuevo diálogo entre la educación de la arquitectura y los procesos de solución a problemas a través de diseños científicamente informados. Es decir, a través de una investigación minuciosa que nos ayude a comprender nuestro cerebro y la percepción del espacio con relación a los estímulos sobre el comportamiento humano, y como a través del diseño podemos lograr el bienestar de las personas. Ejemplos claros demuestran como el espacio y los ambientes construidos, desde el interior, la arquitectura y el urbanismo, tienen enormes efectos sobre las emociones, la memoria, la creatividad e imaginación, y desde luego la salud mental de las personas.
Los invito a conocer más acerca del tema a través de nuestras redes sociales y de nuestro proyecto Design, Belly and Brain, y próximamente de un curso en línea en donde abordaremos estrategias de investigación neurocientífica y aplicaciones en el diseño de espacios comerciales, bares y restaurantes.
Si deseas más información acerca de los próximos talleres visita nuestra página acerca de workshops.
コメント